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Ya no quiero vivir en el paraíso

  • Writer: Mayte M
    Mayte M
  • Jan 5, 2023
  • 4 min read

Updated: Mar 6, 2023

YO YA NO QUIERO VIVIR EN EL PARAÍSO


Arena blanca, gamas de azules mezcladas con los amarillos, naranjas, rojos y morados atardeceres.

Cálidas temperaturas, personas contentas, fiesta, comida y un “sentir” vacacional permanente… ¿es el paraíso verdad? ¿A caso cuando vas de vacaciones a las hermosas playas del caribe mexicano no piensas “yo podría vivir aquí”? Pues bien yo vivo aquí en el “paraíso” y ya no quiero vivir aquí.


Déjame te cuento lo que oculta el paraíso… lo que todos deberían saber del paraíso


Vivir en la “playa” no significa que estarás todos los días tomando el sol relajándote en la arena blanca… Caminar unos pasos a tu carro rentado o a tu cuarto de hotel para regresar a tu habitación a tu aire acondicionado… ¡o no!

Significa que tienes que trabajar todos los días, bañarte y a penas terminas de vestirte y ya estas empapado en sudor. Tomar el transporte, tu motito o quizá tengas carro y llegar a tu trabajo acalorado con 28º de temperatura y… ¡apenas son las 8 de la mañana!


Esto es todos los días, el calor te agobia, te pone de malas ¿ir a la playa, al sol abrazador y tener que regresar a tus actividades diarias? ¿Llenar tu carro de arena, tu casa y aún después de bañarte seguir con arena pegada en el cuerpo? Tener pereza por la insolación que te pusiste y dolor de cabeza… no gracias, mejor me quedo en la “sombrita”


Nunca pensé que el paraíso podría ser caliente como el infierno y hacerme sudar como foco de carnicería todo el día. Que me dormiría con 29º de temperatura y a las 6 de la mañana ya estaría a 26º. No aprendí a dormir en hamaca y el colchón es mi enemigo, se te pega… aquí si literalmente “se te pegan las sábanas”.

¿POr qué no prendes el A/C pensarás? Bueno, pues los servicios son caros. La luz es cara así que no prendo el aire acondicionado tanto tiempo pues se me va la quincena en pago de servicios.

Las rentas son caras también, así que casi todo mundo tiene un roomie para compartir gastos, yo no sé vivir con desconocidos… ni conocidos así que tengo que amarrarme el cinturón para hacerme cargo de mi misma: la soltería sale cara; debo confesar que es más barato, económicamente hablando, vivir en pareja (emocionalmente no tanto)



Yo soy de ir a tomarte un cafecito y leer un buen libro, claro, en lugar de fiesta, cerveza y desmadre, esto es muy raro. Hay pocos cafecitos inspiradores o desaparecen muy rápido. Cuando llego a encontrar alguno, mi cartera gimotea cada vez que voy a pagar: precios de turista, con lo que pago por un café y un pan pago una comida completa en otras ciudades.


A mi me gusta mi país, vivir en este paraíso es como vivir en otro país. Montón de lugares de argentinos, italianos franceses y Starbucks. ¡No! ¡No quiero alfajores ni empanadas argentinas! Quiero café de Chiapas o de Veracruz, una buena conchita y un rico chocolate que no sea “Hersheys” o NesQuick.

Los extranjeros no hablan español pues, bien o mal casi todos hablamos inglés, jamás había practicado tanto el inglés como aquí, ya hasta “pocheo”.




Este paraíso tiene su infierno.


Altos índices de suicidio adolescente; de alcoholismo y drogadicción y de embarazo infantil. Salarios miserables, pagos por pagadoras, “casi” salario (asimilados) donde tienes todas las obligaciones fiscales pero ningún derecho laboral. Jornadas quebradas, trabajas días festivos pues cuando hay más turismo pero, casi nunca te pagan lo que corresponde por ley.

El precio de las cosas en dólares, o pensados en el turismo así que el súper es caro, servicios caros, taxis caros etc etc etc. Pero los salarios, bajos. Si tienes la fortuna de recibir propinas lo compensarás y así te encuentras a los profesionistas trabajando como “Valet”, taxistas o meseros.




“2 de cada personas vive en pobreza en el este paraíso” decía un letrero en la carretera Cancún-Tulum. Pues atrás de esa Quinta Avenida, atrás de donde viven los de “yo también” estamos los de “yo tampoco” del otro lado de la carretera estamos los del pueblo.


-"Oye hermano fíjate que me acabo de regresar de Hawai"-. Dice uno de aquellos que viven de “aquel” lado de la carretera (no los que rentan necesariamente)

- Ah! Yo también, fui el mes pasado.


-Oye que crees? Acabo de comprarme el nuevo Mini

-No me digas! Yo también tengo uno


Así los de “yo también”

En el otro lado de "la federal"...

-Oye no he podido pagar la luz.

-Yo tampoco.

-Fíjate que no me alcanzó para pagar completo

-A mi tampoco hermano.

Y así los “otros”


No, yo ya no quiero vivir en el paraíso porque resulta que sale caro.

Prefiero vivir en un lugar sin tanta pretensión turística, sin tanta ilusión de riqueza y abundancia; sin tanta explotación laboral, ecológica y…. ¡Sin tanto calor! Total, ni voy a la playa.

Si este es el paraíso, creo que prefiero el infierno.


PD. Esta es mi realidad, quizá la tuya sea diferente y tu historia sea diferente… en horabuena! Se necesita quién se quiera quedar en este “paraíso”

 
 
 

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